De un momento a otro, te das cuenta de que tu pelo se ve más delgado, no se ve tan espeso y sientes que por donde pasas dejas un rastro de pelo detrás de ti. ¿Vitaminas, minoxidil, romero, cebolla? ¿Esto se toma? ¿Se aplica? ¿Qué hago?

¡No te preocupes! Hoy te damos una guía sencilla de soluciones que puedes aplicar para el crecimiento de tu cabello.

Primero que todo, lo ideal es encontrar el factor que está generando tu pérdida. Te recomendamos siempre que visites a un médico para descartar factores genéticos, hormonales, efectos secundarios de algún tratamiento, etc.

Si ninguno de esos es tu caso, de igual forma, tenemos que comprender que nuestra alimentación, el estrés, el uso de tintes, decoloración o uso de químicos pueden contribuir a la caída del pelo. Pero queremos soluciones, no problemas, así que entremos en materia.

Tanto si buscas prevenir la caída como hacerlo crecer, lo principal es mejorar tu alimentación. Busca consumir alimentos ricos en proteína, zinc y ácidos grasos como el atún, salmón y huevo; también las almendras y frutos secos por su aporte de vitamina B, legumbres como garbanzos y lentejas, aceites vegetales, aguacate, zanahoria y verduras de hojas verdes. Además, suplementa tu alimentación con biotina, omega-3, vitamina B-12, aminoácidos y colágeno.

Como soluciones tópicas, existen tanto naturales como dermatológicas. Entre ellas está el romero, un excelente antioxidante que puedes encontrar en tónicos, aceites y champú. Otra opción son los productos a base de cebolla, los cuales fortalecen y por sus propiedades antibacterianas, ayudan a controlar el exceso de sebo; y los tónicos de biotina, que favorecen la elasticidad del cabello.

El crecimiento y la prevención de la caída no solo dependen de lo que comemos y nos aplicamos, también tienen mucho que ver con cómo tratamos nuestro cabello. Por ejemplo, lavando tu pelo de forma excesiva, estás removiendo los aceites naturales que humectan las fibras. Así mismo, huye del agua caliente cuando lo laves, pues esto lo vuelve más poroso y quebradizo, al igual que provoca que tu cuero cabelludo genere más sebo. Elige aplicar un tratamiento o mascarilla semanalmente para aportarle flexibilidad.

Otras acciones que debes evitar son cepillarlo mojado; cuando aún está húmedo, las fibras están débiles, por lo que puedes terminar arrancando tus pelitos sanos sin querer.

Resuélvete a añadir a tu rutina capilar masajes con nuestro cepillo masajeador, que te ayudará a estimular la circulación sanguínea en tu cuero cabelludo mientras lo limpia y exfolia de forma gentil y nuestra toalla de microfibra, que absorberá el exceso de humedad sin generar daños ni quebrar la cutícula de tu pelo. No te preocupes, nuestra toalla es perfecta para todos los diferentes tipos de cabello.

Siguiendo estas recomendaciones con el tiempo empezarás a ver el antes y después de un cabello sedoso e impactante.